Una de las partes importantes del proceso de innovación está en mirar detenidamente a los eventos que ocurren alrededor tuyo. Dibujar las líneas que conectan los puntos comunes entre ellos y ver qué valor hay entre dichos puntos.
Las ideas vienen de la experiencia, la innovación viene de las ideas – ¿estás de acuerdo? Sin embargo, “diferentes experiencias generan diferentes ideas” y para constatar algo, a veces es necesario salir de la rutina. Necesitas contrastar ideas con personas que pasan más tiempo lidiando con tus productos, o personas que pansan tiempo lidiando con los problemas “reales” de tu organización. Estas personas puenden ser tus clientes, pero también tus empelados: un grupo de personas que te puede ayudar a refrescar tu innovación.
La rutina es basarse solo en el equipo de líderes
Para refrescar tu innovación necesitas diversificar tus hábitos, tus costumbres y personas involucradas en el proceso. Tu mejor fuente de ideas e innovación no viene de preguntar las mismas cosas a las misas personas de tu equipo directivo. Si tu empresa no está innovando, probablemente necesitas preguntarselo a alguien “nuevo” y saber escuchar.
Desafíos de innovación
En la necesidad de desarrollar una cultura de innovación, algunas organizaciones (aún) utilizan los desafíos de innovación para inyectar energía extra en la creación de ideas para la empresa.
Si no se convierte en rutina, la verdad es que a mi me parece correcto, independientemente de la plataforma o herramienta que utilices. Mientras sean las correctas.
Los desafíos – comparando con otros métodos – pueden jugar un papel importante en el proceso de innovación. Los participantes tienen un tiempo limitado para enviar sus ideas; tienen un alcance limitado y se centran en un tema muy específico; los recursos también son específicos para determinado objetivo de la organización.
Gamificación
Usar la gamificación para buscar ideas específicas para alguna prioridad determinada permite alinear el personal o encontrar ideas de una forma distendida para un problema nuevo. Además permite crear valor para la organización.
Pero, ¿qué necesitas para que funcione?
- Alinear a todos. Tiene que ser una prioridad de la organización. La “alta dirección” tiene que participar.
- Ser claro sobre el problema del desafio. Recuerda que “quien siembra vientos, recoge tempestades”. Para una cuestión específica, tendrás una respuesta o solución relacionada.
- Comunicar. Informar a todos sobre el desafío y hacer el “seguimiento” – con la plataforma que te sientas más cómodo – para que haya participación y compromiso.
- Asegurarte que existen los recursos adecuados para implementar las mejores ideas. Que la actividad no se quede en un juego donde todos han participado y ha sido divertido.
Resumiendo, tus trabajadores ya solucionan problemas diariamente y mejor que nadie, sus ideas pueden ser soluciones rápidas para problemas que para tí son nuevos. Como resultado, los desafíos de innovación pueden ayudar a descubrir estas ideas.
Para el problema que tienes que solucionar este mes en tu organización, ¿crees que un “desafío de innovación” puede ayudar a solucionarlo?
Fuente
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